jueves, 24 de septiembre de 2015

Una llamada basto

Nuevamente fue una llamada, una llamada que provoco mucha tristeza y que el corazón se caiga a pedazos. No pude sostener las lágrimas, tantos recuerdos invaden ahora mi mente de una partida sin explicación, ese día fue un día más pero ni siquiera el sol se nos mostró su brillo, su esplendor, estuvo escondido entre las nubes grises que me acompañaron en mi tristeza durante todo ese día. Pequeñas gotas de lluvias caían lentamente que hasta parecía que hasta el cielo lloraba conmigo compartiendo mi dolor y uniéndose a las lágrimas que en mi rostro resbalaban apresuradamente. Fueron unos días difíciles ya que me costó vivir esa realidad que no quería tu voz fuerte hizo un silencio y solo quedo un eco resonante en mi oído, en mi mente y en mi corazón. Tu abrazo se hizo ausente solo quedaron huellas de ayer que hoy añoro ansiosa; dejaste tu recuerdo en cada lugar en cada objeto ya que los detalles de aquel momento firman un presente el día de hoy, me quedo pensando hipnotizada a tu recuerdo perpleja a esos momentos únicos que hoy se esfumaron sin despedirse, sin decirme un adiós, un hasta pronto. Me dejaron sola, las únicas personas que sin pedirle tomaron un papel muy importante en mi vida, pero tan poco tiempo duro, pero me hicieron feliz el tiempo que duro. Pero me pregunto quién me acompañara lo largo del camino que queda, ya que no quiero atravesarlo sola, el camino es largo y ustedes podían enseñarme lo que ya la vida los enseñó pero no será posible. La noche larga no me deja dormir, el sueño rodea mi mente sin dejarme pero tampoco puedo acceder a ella, si lo sé ya pasaron algunos días  y seguirán pasando pero todo lo que tengo en mi mente se mantienen firme aceptar es lo que me queda.
Pero eso no fue todo porque luego vinieron días más duros de sobrellevarlo ya que era una fecha muy bonita, arrepentirme de algo esta de mas ya que no sirve más de nada solo para apagar las voces de mi conciencia que grita con un eco resonante provocando un estado agitante llenándose así mis ojos de lágrimas que no logro evitarlo, quizás soy una mujer aparentemente fuerte pero a la vez muy sensible con miedo a que lo quiebren de vuelta ya que muchos no entienden y hasta se burlaron pero está bien ya que no tienen el mismo sentimiento con sabor a llanto, agudo, áspero que atraviesa mi garganta con un nudo enorme imposible de salir. Pero hasta cuando, ¿hasta cuando seguiré de esta manera, cuando daré vuelta a la página de mi libro si  algunos personajes principales ya no están en ese capítulo? Simplemente de mi depende, pero no quiero dejar de leerlo por más daño que cause. Quiero que me abraces fuerte como otras veces y me digas: mi niña, no te preocupes mas todo está bien, y sienta la seguridad en ese fuerte abrazo que quita toda pena.